Lo primero que debemos saber es que la plata se oscurece, lo que no quiere decir que sea de mala calidad ni que se haya dañado, sino que es algo normal en este metal. La plata no puede oxidarse, pero sí reacciona al sulfuro de hidrógeno (presente en el aire), que hace que se empañe y obtenga un aspecto amarillento y, con el tiempo, negro.
Para su mantenimiento debemos tener en cuenta los siguientes aspectos.
- No exponer la joya a agentes corrosivos como el cloro y evitar el contacto con sudor, perfume o sal marina.
- No la guardar las piezas de plata directamente en contacto con la madera, esta a menudo contiene ácidos que pueden afectar su superficie.
- Guardar la joya en un lugar fresco y seco, preferiblemente que sea hermético para evitar la oxidación, por ejemplo, en un joyero o en sus cajitas.
- No dejar las joyas apiladas, ya que pueden rayarse entre sí.
- Limpiar la joya con relativa frecuencia para mantener su brillo y belleza.
- No utilizar crema dental para su limpieza, ya que es abrasiva.
Cómo limpiar tu joya de plata
Introduce el producto por diez minutos en agua tibia con bicarbonato de sodio (también puedes utilizar un jabón neutro). Con un cepillo suave puedes remover la suciedad si fuese necesario o frotarlas suavemente con un paño de algodón. Finalmente, seca y saca brillo a la joya con un paño Flavé.